La Red Latina fAMILIA del Compañerismo Bautista Cooperativo se pronuncia ante los sucesos de persistente violencia y discriminación a la comunidad asiática en los Estados Unidos.

Cuando leemos la Biblia nos damos cuenta de que el Dios que se reveló y se hizo presente en nuestro mundo en la persona de Jesucristo es el Dios de vida y no de muerte. El Dios que se hace presente y se solidariza con aquellos que sufren injusticias, violencia, opresión, abusos, discriminación y maltrato.

Esta semana hemos sido conmocionados nuevamente ante otro incidente de discriminación, acoso y violencia. En esta ocasión en contra de la comunidad asiática. Este incidente no solo constituye una aberración en contra del Dios de vida, sino que es también alarmante para los millones de inmigrantes que hemos hecho de este país nuestro país. Tal y como muchos nos preguntábamos ante los sucesos de El Paso, Texas, en Agosto del 2019, especialmente a aquellos con color y rasgos faciales diferentes a los anglosajones, o con un acento marcado al hablar, es: “¿Y cuándo me tocará a mí? ¿Cuándo seré yo, o los míos, la próxima víctima de ese tipo de discriminación y maldad? 

Esa no debe ser la preocupación que pase por la cabeza de ningún ser humano. Eso no es vida para nadie, y no fue para eso que Dios nos creó. Es más, la verdad es que no fue para eso que este gran país nos abrió las puertas, ni mucho menos para eso fue que un día nuestros hermanos asiáticos, al igual que nosotros como hispanos, decidimos emigrar aquí y hacernos ciudadanos de esta gran nación. Muchos salimos huyendo de la opresión y los peligros que vivíamos en nuestros países, no para ser oprimidos ni mucho menos asesinados aquí, sino para encontrar una nueva oportunidad de vida, de paz y bienestar.

Por lo tanto, ante los sucesos de discriminación y violencia que se han comenzado a conocer en gran volumen e incluso que han sucedido en tres diferentes centros de masajes en Atlanta, Ga., esta semana, el liderazgo de la Red Latina de CBF, nos levantamos en solidaridad con nuestros hermanos asiáticos, nos unimos a su dolor, condenamos estos hechos como pecado ante el Dios de la vida, y renovamos nuestro compromiso con la defensa de la justicia racial. Estamos orando por Elcías Hernandez-Ortiz, quien se encuentra en condición crítica producto de este asalto y por las familias afectadas por este trauma terrible.

¡Que el Dios de vida, les fortaleza, consuele y les de su paz!

Rev. Anyra Cano-Valencia
Rev. Juan García

En nombre del Equipo Facilitador de la Red Latina del Compañerismo Bautista Cooperativo